miércoles, 23 de julio de 2008

El Mercado del Arte en Alcoi. 2






¿PINTORES SIN HISTORIA?


Lo que nos lleva a preguntarnos –para evitar afirmarlo- si todos esos pintores “comerciales” de nombre y renombre, que están fuera de la historia del arte, que nunca se han integrado en ella, anclados en el academicismo naturalista más simple –por muy bien elaboradas que estén sus pinturas-, si “pasarán a la Historia”. Pues no. A no ser que sea como muestra de lo anticuados, o más bien lo nulos como artistas que eran aquellos pintores que tan considerados estaban por la clase/ideología dominante, que tanto vendían y tanto dinero ganaban.


ARTISTAS Y PINTORES COMERCIALES
La definición es del artista Eduard: “Hay pintores, que tienen un gran dominio técnico, mucho oficio, pero que se limitan a copiar del natural, o más bien de fotografías, y dan como resultado una pintura mimética, sin ningún significado más allá de la representación pictórica del modelo (retratos, paisajes, bodegones, etc.; aunque no muy largo, el etc.). Y están los artistas, que quizás sin tanta técnica aprendida en las escuelas y academias, son verdaderos creadores. Trazan sobre el papel, el lienzo, o en esculturas, obras que surgen de su propio imaginario, de su fantasía y de su visión de la realidad; crean también formas plásticas nuevas, diferentes, que nunca antes se han visto o no de la manera como las hace el artista, lo que es muy notable en el arte abstracto y en el figurativo que no se somete a cánones académicos”


UNA EXPOSICIÓN PARA LA POLÉMICA
El pasado año, con una exposición que venía montada desde la Diputación de Alicante, titulada pomposamente “30 Pintores Acoyanos del Siglo 20”, donde se recogían, entre otras, obras de Castañer, Solbes Arjona, Manolo Antolí, Mercé Payà, Barrachina, Sento Masià…, hubo una polémica promovida por Antoni Miro y Sento Masià, ya que mostraban su disconformidad por figurar sus obras junto a las de quienes ellos consideraban pintores simplemente “comerciales” -no todos los restantes, si algunos muy significativos. Claro está que estos dos disidentes –muchos que estaban su misma condición de artistas “diferentes” a los “comerciales”, nada dijeron sobre el asunto, al menos públicamente y que yo sepa-, Antoni Miró y Sento Masià no atacaban, ni cuestionaban, el hecho de que la obra artística tenga como destinatario un cliente (institucional o privado) que la adquiera; por gusto de tenerla, para ornar las paredes de su casa, como coleccionista, como una hipotética inversión económica…, sino que se mezclaran conceptos tan diferentes del oficio de pintar. Antoni Miró explica, en el texto que figura en este dossier, las diferencias particularmente ideológicas de ambas posiciones ante el hecho de la pintura.

LOS ARTISTAS ANTE EL MERCADO

JESUS MULLOR
El alcoyano Jesús Mullor ha encontrado un mercado para sus exquisitos grabados sobre resinas en galerías de otras plazas: México, países europeos, Barcelona, Murcia, otras muchas ciudades del Estado Español, y ahora mismo Madrid. Mullor habla de una época álgida del mercado alcoyano, cuando eran varias las galerías que estaban abiertas. Aunque confía en las nuevas generaciones de artistas y en iniciativas como el espacio de arte La Nòmada

LA SAN JORGE
La última en cerrar fue la Galería San Jorge, que pudo suponer un duro golpe para pintores y pintoras que estaban empezando a vincularse a ella, aunque muchos de ellos no han roto este vínculo y montan exposiciones de la mano de Chelo Llorens, en Oviedo, Granada, Valencia, como es el caso de José Borrell, un pintor que pinta a la manera naturalista, con temas tan clásicos como el desnudo femenino, aunque siempre buscando algo así como un toque surreal que le haga trascender la simple copia de la modelo.
De este modo, aun adaptándose a las exigencias del mercado –el mercado en el que se mueve-, “violenta” el clásico cuadro de venta segura para ir trazándose otros caminos de acuerdo con su gusto y el de otros posibles degustadores del arte. De otros pintores vinculados en su momento a la San Jorge, donde exponían con frecuencia o había cuadros en la trastienda de la galería, sabemos poco de lo que hacen en este momento (ese es otro tema, otra trabajo de investigación, digamos, en el que me embarcaré cualquier día de estos). De Miguel Peidro nos llegó la noticia de que había expuesto su obra en Japón, luego es posible que en algún despacho de las grandes empresas niponas cuelgue tras la mesa del director una vista al óleo del Barranc del Cint. Estaba Germán Aracil, realizador del cartel de la Festa el pasado año. También otros, y otras, que se habrán buscado su propio mercado.


ANTONI MIRÓ
Nacido en el 1944, es uno de nuestros artistas con una mayor proyección internacional. Pocos museos y galerías habrá donde no haya expuesto su obra; decenas de catálogos y libros (uno de ellos biográfico) recogen su trayectoria artística y muestras de su obra. Trabajó cercano a los movimientos del realismo popular de los años 60-70 (la Crònica de la Realitat); su arte ha sido siempre crítico, combativo (con una parcela más intimista, erótica, igualmente, o de aspectos poéticos de algunas ciudades como Lisboa) y ha buscado su mayor difusión con la edición de obra gráfica. Su estudio de trabajo es una verdadera factoría en este sentido. Recogemos aquí su opinión sobre el tema del Mercado del Arte en un escrito que el artista me remite por correo electrónico:

“La pintura anomenada "comercial" a Alcoi (tothom comprén el terme) és la que es desconecta del món cultural i algunes voltes s’hi contrapesa. Té una gran difusió perquè està feta a la mida del gust -o del mal gust- predominant; en certa manera representa la ideologia dominant de la classe burgesa i la oligarquia i no té una altra funció que "agradar".
Per a mi la pintura és fonamentalment un mitjà de comunicació i de coneixement, d'intercanvi d'idees; la bellesa en si ja comunica i no té res a veure amb l'estereotip del "cèrvol i el riuet" que és tot el contrari, però la no bellesa pot ser també molt atractiva si tot això està dins d'un context cultural i té un sentit, una motivació, un perquè.


El mercat de l''art, cada vegada és més gran i abasta més artistes que fan una obra singular (no repetitiva, com l'anteriorment esmentada) i alhora que creix busca rentabilitat; també hi ha un creixent col·leccionisme que tria i selecciona que és exigent i que es nodreix de professionals de reconeguda vàlua.
Les escoles en si mateixes mai son dolentes. Els pintors que volen apendre, tampoc, si saben encaminar-se i aprofitar els coneixements per a crèixer com a persones. Ara bé, si el que volen es guanyar diners ràpidament, en eixe cas no es diferencien res dels compradors del nivell mes baix de l'escala del mal gust. Les institucions públiques (es que existeixen?) en són molt responsables i, en el cas d'Alcoi, encara més, doncs s'han dedicat més a desfer que a construir, Alcoi ja no serà mai aquella ciutat que molts varem sommiar fa alguns anys.
Si la quantitat fora un valor determinant, Alcoi seria la primera potència mundial. No obstant, hi ha un jovent molt interessant i no dubte que alguna cosa sortirà de tot això. Tenim un passat gloriós, amb Gisbert, Sala, Cabrera etc., que fa molt dificil per qualsevol apropar-se al nivell dels nostres mestres." (Toni Miró)


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