martes, 26 de agosto de 2008

Solbes Arjona, el artista ensimismado


En buena parte del suelo del amplio estudio de trabajo del artista Solbes Arjona, me encuentro con cartones pintados, obras ya acabadas –si las mismas obras y su creador así lo deciden-, de nuestro artista. Huele a óleo, que es un olor que desde niño me fascina, ya que en mi familia también había una pintora: Nolín Seguí.
“El acrílico ya lo tengo dominado. Ahora prefiero el óleo, la dureza del óleo”.
El diálogo con este hombre de la plástica, escritor, poeta y exquisito conversador de la filosofía del arte, se produce rodeado de sus obras más recientes -que expondrá en el Centre Cultural-CAM en diciembre próximo-, y en un ambiente de total relajamiento. Algo de los diálogos platonianos se ha filtrado en el estudio del artista.
EN EL COMIENZO
¿Cómo empieza a crearse una pintura? “Tiro color sobre el cartón o el lienzo. Un gesto inicial, una mancha que es la que estructura la composición pictórica. De aquí, va evolucionando; intento que el cuadro se haga solo. O se deshaga, que llegue a un punto en que haya que destruirlo; porque él te lo pide, te lo impone”.
¿Hay una idea previa? “No. Cuando pinto, elimino todo pensamiento, hago desaparece el Yo, todo lo que no esté o haya de estar en el cuadro. El cuadro tiende a desaparecer, a escaparse. Y he de intentar retenerlo. El cuadro acabado me es indiferente; me complace la emoción de pintar, el ser del pintor”. Cuando acabo un cuadro, hay otro lienzo en blanco esperando ser manchado”.
SER ARTISTA
¿El ser del artista? “Sí, pintar es el hecho de ser artista. La realidad queda fuera. Y nadie ve el cuadro que pinto. No hay un espectador imaginario. Sólo por supervivencia el artista necesita del espectador, que vea el cuadro, más aún, que lo adquiera. Lo que deseo es que cada día haya más y más obras. Aunque no haya espectador. Pinto sin saber por qué. A veces me digo ¿esto lo he hecho yo? Pero el Yo no está, se ha ido con el cuadro”.
¿Es Solbes Arjona un pintor que se ‘ha salido’ del proceso histórico del Arte?
“Puede que sí, Seguí; no ha habido propuestas del pueblo con el que vivo. Y me siento orgulloso en un campo de trabajo, de creación, que no es en absoluto favorable. Así he llegado a la creatividad por sí misma, que no tiene nada que ver con ‘el arte por el arte’. Es la creatividad en ella misma y yo como creador. Ya he perdido la memoria del resultado. Sólo quiero pintar. Y cada vez ‘peor’, sí”
LA PROPUESTA PICTORICA
Debe haber algo que mueve los dedos de Solbes Arjona para ir al cuadro y mancharlo, ¿no es así? “Soy como un pintor prehistórico. No por acercamiento al otro, sino por alejamiento del otro. Ya ves que utilizo colores primarios. Para mí, el hecho de pintar ha superado al hecho de sobrevivir”.
¿En Alcoy? “Aquí no hemos tenido un verdadero siglo XX pictórico. Y ahora que estamos en el XXI, así, como tras en un salto al vacío, resulta que todos los pintores son buenos. ¿Y yo qué?, podría preguntarme. Bien, sí; son todos mejores que yo. Porque hay una distancia entre quienes pintan para triunfar, vender, figurar, y el hecho de ser artista. Porque a mí nadie me ha hecho una propuesta artística de verdad”.
CANARIAS, VENECIA, ALCOY
“Yo sé vivir como un artista, lo sé hacer y esa es mi vida y mi ser. Aquí, después del páramo de Canarias y la decadencia putrefacta de Venecia, Alcoy me ha permitido ser un artista y vivir como tal. Sin tantos condicionamientos culturales. Aquí lo encuentro todo: marcos, bastidores, telas, todo tipo de material necesario para pintar. Aquí tengo amigos con los que salgo a cenar, a charlar, a jugar al futbolín, al ajedrez… “
ARTE AGRESIVO
Solbes Arjona, según yo lo conozco, es un hombre pacífico. En su pintura, sí que entiendo que hay agresividad plástica, provocación.
“Quizás lo que tu ves en mí, Seguí, es la mirada desilusionada. Y esa agresividad de mi pintura quizás responda a lo que en mí ha habido de total ‘des-perfecto’ al venirme a vivir aquí. Y están las frases que escribo en algunos cuadros. Donde no puede llegar la pintura, llega la literatura. Para mí la literatura, escribir, es un regalo. La pintura requiere un mayor esfuerzo. En ocasiones, escribo en el lienzo y luego esa escritura se va cubriendo con la pintura. Pero al principio es el Verbo. Creo que acabaré haciendo versos”
LA BOHEMIA, LA MÏSTICA
“Nunca he sido un bohemio, aunque alguien te haya dicho de mí tal estupidez. El bohemio es el colateral, el diletante. El artista absorbe la energía malgastada del bohemio. Como artista, soy vitalista, me gusta la calle”
Solbes Arjona, lía un cigarrillo de hebra de tabaco mientras yo tomo unos sorbos de vino fresco. Y el artista continúa con su reflexión:
“Soy un artista radical, no un amanerado. Es la inconsciencia lo que me hace ser artista, la vida no me ha hecho ninguna otra propuesta. Al tiempo, me alimento de la relación con los otros. Y, sí; hay una mística; si no, no hay quien lo aguante. Con la Mística vives en el vacío, la Ciencia muestra ese vacío. Con el Arte, emulas y das tu opinión. El artista vive más en la Cultura, mientras que el simple pintor está enganchado en la técnica”.
¿Los sueños? “Intento eliminar los sueños, la esperanza, las ilusiones. Los genios del arte lo son o han sido por consideración. Yo lo soy por desconsideración. Un hombre que pinta y que la Historia pondrá en su sitio”. ¿El placer? “Pintar no es un placer. Cuando dominas una materia, puede parecer placentero. Mi manera de pintar es pasional, y encuentro goce en la dureza. Hay una poderosa mano en mi cabeza, que determina lo que me ha pasado y lo que no. Aunque cada vez sé menos de pintura.
¿El arte, un espejismo? “El espejismo que se ha impuesto como laberinto. Sí, la pintura es espejismo. Yo vivo en la pirámide multicolor. La alucinación conforma tu identidad. La carencia de los otros te hace aproximarte a la alucinación. Igual que la locura, que es patrimonio de los artistas pobres”.
EL RENACIMIENTO
Volvemos al tema de Alcoy y la pintura alcoyana. Solbes Arjona es quien mejor entiende este proceso, ya que ha reflexionado y escrito sobre ello.
“Vivimos en el mejor siglo para el arte. Es la primera vez que el mundo tiene tantas ideas y formas de realizarlas. Es como un Renacimiento. El fracaso de la Escuela alcoyana clásica es haber creído en una extinta burguesía. Ahora empezamos a recuperar no ya los años, sino los siglos perdidos.
Y quiero vivir este momento en Alcoy. El mejor regalo que me ha hecho la vida es poder vivir y ser un artista en Alcoy.

(J.L.Seguí. Ciudad de Alcoy, Domingo 24 de agosto del 2008)